¿Crees que se nota la diferencia cuando los helados se hacen con auténtica leche, frutas naturales y chocolate de calidad? Deberías probar el nuestro. Hacer un buen helado es una tarea artesanal que requiere paciencia, atención, experiencia y hasta cierta chispa de sensibilidad. Para quienes gustan de las nuevas experiencias, proponemos sabores inesperados, como los helados de violetas o rosas. Para quienes gustan, en cambio, de las tradiciones: el helado más cremoso, como el de dulce de leche o chocolate. Y lo servimos como a vos te gusta: un cono tan alto que llega hasta el cielo.
El universo del chocolate es fascinante y complejo. Las materias primas para elaborar el chocolate se extraen del fruto del cacao.
Este fruto crece al calor y la humedad de los trópicos y existe en diferentes variedades. Al igual que con los buenos vinos, el arte se encuentra en combinar estas distintas variedades para desarrollar chocolates más afrutados, intensos, amargos o especiados. En nuestras tabletas, los varietales Tainori, Guanaja o Ecuatoriale se riegan de frutos, pimientas o incluso flores para lograr los sabores más profundos, las experiencias más deliciosas.
Así como nos gustan el chocolate y el helado, nos da placer lo dulce, las combinaciones de frutas y cremas, de cacaos, azúcares y especias. Los placeres dulces no tienen fin y las posibilidades de crear algo nuevo son infinitas. Así, unas veces hacemos cookies de almendra y otras de frambuesas.
Marshmellows y macarons de tantos colores como sabores. Pequeños pasteles cítricos o de chocolate. Azúcares con sabor a amapola o a violeta.
Las trufas y las esferas, brillantes como metales o ilustradas como pequeños planetas, condensan el sabor en sus formas caprichosas y sensuales.
Siempre estamos innovando, haciendo cosas nuevas para sorprenderte.